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Erasto es el quinto de la fila -de izquierda a derecha- entre los egresados de la primera generación de la Licenciatura en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas en México. |
El circo es mi pasión y mi forma
de vida. Elegí el malabarismo como disciplina profesional, pero además la
escuela me ha enseñado a convivir con los compañeros, el trabajo en equipo, el
trabajo con disciplina, el trabajo
esforzado. Esto, además, me ha dejado viajes:, a Querétaro, a México y
municipios del interior de Puebla, comenta Homero Erasto Urbina Jiménez, de apenas 24 años, recién
graduado de la Licenciatura en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas.
Pelotas, aros, clavas, sombreros y un poco
de fuego, son parte de las herramientas de trabajo de Erasto Urbina, quien
practica regularmente 4 horas diarias de entrenamiento malabar.
Mientras
ilumina su juvenil rostro con una amplia sonrisa agrega: “somos como una gran
familia : hay un bonito ambiente, todos son propositivos, se siente mucha
energía por hacer bien las cosas, hay mucho compañerismo”.
Auque Erasto practicaba los malabares como
hobby. Al entrar a la escuela, diariamente desde temprano, aprendió también actuación,
arte del payaso, actos aéreos, pero además
técnicas de seguridad, aparte del acondicionamiento físico en el Centro
Mexicano de Desarrollo de las Artes Circenses, en el corazón de la Universidad
Mesoamericana de Puebla.
Al recordar sus inicios, Urbina Jiménez
argumenta: me dedicaba a las artes plásticas después de la prepa, hice diseño de cartel y también tuve
oportunidad de trabajar la cerámica, la hechura de flores de vainilla, sellos
de papa y los temascales, con todo ello
participó en Cumbre Tajin, encuentro realizado cada dos años en Papantla,
Veracruz,
Hace 4 años al surgir la escuela mexicana
de circo, me informé, asistí a las
fechas establecidas para el proceso de admisión a la Universidad
Mesoamericana, participé en el casting
de preselección y presente ejercicios de fuerza como lagartijas, abdominales y
los malabares elementales que ya hacía, fuí seleccionado para recibir la beca,
gracias a ese apoyo pude entrar a estudiar, confirma.
Luego confiesa: no tenia toda la idea de lo
que era el circo en realidad entonces, pero mi crecimiento en los últimos 4
años fue muy drástico desde el primer día
cuando tuve una prueba de acrobacia y no pude echarme para atrás, pero
lo intenté y me salió, eso me motivo mucho, cada día me esforcé para lograr
ejercicios con mayor grado de dificultad, también aprendí a cuidarme y cuidar
mi cuerpo, maquillaje, vestuario, voz , dicción, historia del arte, como hacer
un contrato, como hablar, y la psicología y superar problemas personales de
autoestima, todo eso se refleja en la habilidad, fuerza y
sensibilidad, que cultivamos día a día.
“Aquí llegue haciendo 3 pelotas, clavas y
aros, ahora juego con 5, ahora incluso
trabajo con sombreros. Aunque yo esté especializado en malabares lo demás me
sirvió para integrarme a otro tipo de actos y para crear mis propias imágenes”,
señala.
Soy de Chiapas, mi hermano es músico, mi
mamá es maestra. Con el apoyo de mi familia logré estudiar una carrera, siento
que crecí en todos los aspectos, tuve la oportunidad de graduarme en una
carrera que presenta un alto grado de dificultad, pero además en arte, creo que
este es el inicio de dar el gran paso de ser independiente y ser más maduro. Para
nosotros fue difícil el ser la primera generación.
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