lunes, 24 de septiembre de 2012

El circo es mi pasión y mi forma de vida: Erasto Urbina, malabarista.



Erasto es el quinto de la fila -de izquierda a derecha- entre los
egresados de la primera generación de la Licenciatura en Artes
Escénicas y Circenses Contemporáneas en México.
El circo es mi pasión y mi forma de vida. Elegí el malabarismo como disciplina profesional, pero además la escuela me ha enseñado a convivir con los compañeros, el trabajo en equipo, el trabajo  con disciplina, el trabajo esforzado. Esto, además, me ha dejado viajes:, a Querétaro, a México y municipios del interior de Puebla, comenta Homero Erasto  Urbina Jiménez, de apenas 24 años, recién graduado de la Licenciatura en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas.

Pelotas, aros, clavas, sombreros y un poco de fuego, son parte de las herramientas de trabajo de Erasto Urbina, quien practica regularmente 4 horas diarias de entrenamiento  malabar.
 Mientras ilumina su juvenil rostro con una amplia sonrisa agrega: “somos como una gran familia : hay un bonito ambiente, todos son propositivos, se siente mucha energía por hacer bien las cosas, hay mucho compañerismo”.
Auque Erasto practicaba los malabares como hobby. Al entrar a la escuela, diariamente desde temprano, aprendió también actuación, arte del payaso, actos aéreos, pero  además técnicas de seguridad, aparte del acondicionamiento físico en el Centro Mexicano de Desarrollo de las Artes Circenses, en el corazón de la Universidad Mesoamericana de Puebla.
Al recordar sus inicios, Urbina Jiménez argumenta: me dedicaba a las artes plásticas después de la prepa,  hice diseño de cartel y también tuve oportunidad de trabajar la cerámica, la hechura de flores de vainilla, sellos de papa y los  temascales, con todo ello participó en Cumbre Tajin, encuentro realizado cada dos años en Papantla, Veracruz,
Hace 4 años al surgir la escuela mexicana de circo, me informé, asistí  a las fechas establecidas para el proceso de admisión a la Universidad Mesoamericana,  participé en el casting de preselección y presente ejercicios de fuerza como lagartijas, abdominales y los malabares elementales que ya hacía, fuí seleccionado para recibir la beca, gracias a ese apoyo pude entrar a estudiar, confirma.
Luego confiesa: no tenia toda la idea de lo que era el circo en realidad entonces, pero mi crecimiento en los últimos 4 años fue muy drástico desde el primer día  cuando tuve una prueba de acrobacia y no pude echarme para atrás, pero lo intenté y me salió, eso me motivo mucho, cada día me esforcé para lograr ejercicios con mayor grado de dificultad, también aprendí a cuidarme y cuidar mi cuerpo, maquillaje, vestuario, voz , dicción, historia del arte, como hacer un contrato, como hablar, y la psicología y superar problemas personales de autoestima, todo eso se refleja en la habilidad,  fuerza y  sensibilidad, que cultivamos día a día.
“Aquí llegue haciendo 3 pelotas, clavas y aros, ahora juego con  5, ahora incluso trabajo con sombreros. Aunque yo esté especializado en malabares lo demás me sirvió para integrarme a otro tipo de actos y para crear mis propias imágenes”, señala.
Soy de Chiapas, mi hermano es músico, mi mamá es maestra. Con el apoyo de mi familia logré estudiar una carrera, siento que crecí en todos los aspectos, tuve la oportunidad de graduarme en una carrera que presenta un alto grado de dificultad, pero además en arte, creo que este es el inicio de dar el gran paso de ser independiente y ser más maduro. Para nosotros fue difícil el ser la primera generación.


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