Julio César Martínez con un acto aéreo de cadenas formado por el maestro cubano Héctor Yzquierdo Sotolongo, se convirtió en el ganador absoluto del Gran Prix del Primer Festival Universitario de Circo, con la aprobación del jurado compuesto por leyendas del circo mexicano como Andrés Atayde Guzmán, Rolando Encarnación Bells, Eduardo Campa Aburto, el maestro y artista internacional Marcel Mateo Delgado, todos ellos presididos por el rector Salvador Calva Morales.
Por ser estudiante de la Licenciatura En Artes Escénicas Circenses Contemporáneas, Julio César Martínez llevará su acto al Festival Circuba 2014, para representare a México y a la Universidad Mesoamericana a esta justa de arte y deporte de carácter internacional.
Enriquecer el arte circense poniendo nuevos derroteros a las generaciones siguientes por las innovaciones artísticas y técnicas que se presentaron fue la aportación de este Primer Festival Universitario de Circo, organizada por la Licenciatura en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas, más que sólo una muestra de destrezas y habilidades, reveló el maestro Julio Revolledo Cárdenas, quien enfatizó que México no había tenido antes un festival con tantos actos de circo como este que se logró con la participación entusiasta de artistas de diversas nacionalidades.
Tras dos días del festival realizado en el Centro Mexicano de Desarrollo de las Artes Circenses se entregaron además del Grand Prix –un águila en bronce-, Caballeros Águila en Oro, para quienes fueron seleccionados para ocupar el primer lugar: Humberto Jiménez con su acto de alambre flojo y rola-rola, cuya combinación es una auténtica innovación artística en México, además de Fernando Chávez Gallardo quien ejecuto sus giros en Rueda Cyr bajo las notas de violín, e intensificó la complejidad al utilizar una rueda más pequeña que procuraba giros más rápidos, cuya ejecución marco una moderna pieza de violín electrónico.
Los Caballeros Águila en Plata fueron entregados a los segundos lugares: Dennis Vertti, heredero de una familia de gran tradición circense en México, quien hizo gala con su número de malabares, su participación se dio en virtud de que el grado académico no fue una condicionante para los participantes y para el estudiante de la Licenciatura, el venezolano Christopher Torres, quien ejecutó acrobacias con la Rueda Alemana.
El Bronce de los Caballeros Águila fue para el número de Malabares de Rebote, a cargo del graduado Oscar Flores Elisea, así como para el número de Payasos enmarcado por un acto aéreo de Cintas a cargo de Sandra Martínez y Jorge Alberto Guerra, con el que contaron una historia de amor y odio.
Muy merecido fue la Copa de Plata, del Premio a la Originalidad, entregado al payaso argentino Alejo Liambo y su grandioso espectáculo de Circo Solito, quien además es maestro en lar artes circenses allá en Sudamérica. Lo mismo caminó en un alambre tenso con todo y zapatos de payaso, que brincó en un pequeño triciclo un aro encendido, que imaginó avisarle por teléfono a su mamá que estaba terminando su acto.
Parrampín y Tony; el coqueto encanto y las destrezas de Juan Carlos Santín y Marco Antonio Alvarado, combinaron malabares con equilibrios con un toque muy elegante de comicidad, levantaron la algarabía del público asistente, por eso fueron merecedores de la Copa de Plata, Premio de la Popularidad, uno más que se suma a los reconocimientos internacionales que ya han conquistado.
El premio a la Revelación Femenina fue para Ivette Maldonado, quien mostró energía y fuerza, belleza y habilidades en las alturas en su número de Onda.
El premio a la Revelación Masculina fue para el excéntrico del monociclo: Ricardo Peregrina, quien asombró al público con un acto limpio de monociclo, malabares y fuego.
Adicionalmente se entregó el Premio Universidad para el Payaso de Colombia, Carlos Montenegro, quien en una borrachera canta The King (El Rey), mientras mantiene el equilibrio sobre una silla parada en tres botellas.
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