martes, 16 de noviembre de 2010

El circo en la perspectiva del desarrollo del hombre.

Debemos considerar a la ejecución de figuras circenses como parte de las necesidades humanas permanentes, y desde el origen del hombre mismo, aseguró el experto Julio Revolledo Cárdenas, durante la conferencia que pronunció en el 9º. Festival Internacional de Arte Acrobático de Wuhan, China el pasado 2 de noviembre.
Los seres humanos sienten la necesidad de saltar acrobáticamente, contorsionar sus cuerpos, jugar objetos con destreza malabar, encontrar el equilibrio del cuerpo, domar a la fiera salvaje, la necesidad de reírnos de nosotros mismos como un ejercicio reflexivo de lo que estamos haciendo, la necesidad de imitar a las aves y cumplir nuestro sueño de volar, todos estos son sentimientos muy antiguos expresados en la cultura acrobática ancestral de diferentes naciones, explicó el historiador mexicano de circo.
El circo se puede definir como el eslabón perdido entre el deporte y el arte. Ahí técnica y estética del circo van paralelas, primero surgieron como elemento religioso, luego como recreación.
La construcción de imágenes circenses es tan antigua como la humanidad misma, reiteró.
La disciplina, la pasión, el riguroso entrenamiento diario otorga al circo un parecido con el deporte, pero el vestuario, música, maquillaje, coreografía y el desarrollo ilimitado de conceptos, y aparatos creativos empleados para las ejecuciones circenses nos refieren al mundo del arte.
Aseveró contundente, por lo tanto, podríamos entender al circo como el eslabón perdido entre el deporte y el arte. O dicho de otra manera, el circo podría entenderse como la visión artística del deporte.
Defendió la construcción de una dramaturgia propia del acto circense, pues, dijo, el objetivo de las artes escénicas es la creación de imágenes y movimientos con el cuerpo humano para generar emociones en el público y sorprendernos a nosotros mismos.
En China las técnicas acrobáticas son muy antiguas y se ha aprendido a lo largo de los siglos dentro de centros específicos de formación.
A diferencia de lo que ocurrió con el resto del mundo, donde el aprendizaje de las técnicas de las artes escénicas en espacios académicos es muy reciente. Aparecen mayormente en Europa a finales del siglo XIX, hace poco más de cien años, pero aprender técnicas circenses en un espacio educativo formal es un fenómeno todavía más joven aún, porque fueron las familias circenses las que atesoraron esos conocimientos como un patrimonio privado.
La escuela trajo la especialización y la sistematización del conocimiento de las técnicas escénicas lo que ayudó a clasificar las imágenes creadas por el ser humano, por lo que desde entonces se pudo definir con claridad cuándo éste creaba una imagen de teatro, danza o circo.
Confluyeron en el circo seres humanos racialmente distintos, de diversas latitudes. Para las familias de circo fue habitual llevar imágenes comunes de una parte del mundo a donde éstas fueran totalmente sorprendentes. También el circo fue un espacio para conocer las expresiones culturales y estilos de vida de otras naciones entre los que se encontraban animales procedentes de países lejanos que quizás hasta entonces sólo existían en el mundo de nuestra imaginación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario